10.07.2010

realidad perceptiva


la idea 
La idea como generadora de un lenguajearquitectónico que corresponde a aspectos sensoriales y conceptuales previos a cualquier compromiso formal
Se analiza la realidad y sus condicionantes para proyectar en ella, reaccionando ante los impulsos de la fuerza del contexto, acción y reacción forman un argumento encadenado que da respuesta al lugar haciendo que la intervención se convierta un hecho inherente que permita recuperar esos espacios perdidos de la ciudad.
Existen una serie de fisuras socio culturales que se expresan en la  configuración del espacio público, haciendo necesario crear puentes de conexión entre vecinos de distinta procedencia, diferentes grupos de edad, actividades de barrio y el turismo, entre otras, a fin de potenciar la convivencia por sobre la segregación espacial.


Los raquíticos vacios urbanos que forman los fondos de saco y callejones de las manzanas dentro de la compacta trama de la Ciutat Vella se presentan en la actulidad como un espacio cunfuso y desequilibrado, la idea es una actuación que permita recuperar los espacios perdidos de la ciudad.


La confusión se produce al no existir la adecuada y coherente transición entre el ámbito público y privado y el desiquilibrio es debido al caracter poco homogéneo del conjunto, mezclándose distintas escalas, el cierto encanto de las medianeras, callejones y patios de luces caóticos y sin intenciones estéticas claras con viviendas muy deterioradas que además no entienden el carácter, la expresión y la imagen de la vivienda que se abre a un espacio que no es exactamente calle y con los espacios públicos deficientes que ejercen de borde en vez de nexo y que están pensados como escaparate de la ciudad.


No se trata de resolver una nueva pieza urbana.


Se proyecta un  nuevo espacio, contenido en el vacio que compositivamente nada tiene que ver co en contexto existente, renunciando a cualquier expresión figurativa, un espacio construido con los sentidos.


Un plano horizontal que se pliega para adentrarse en medianeras y callejones como barrera que divide el espacio en un preciso límite físico y conceptual con lo existente. Un nuevo zénit artificial a modo de filtro, etéreo y ligero, casi virtual formado por lamas metálicas que reflejan y a modo de brillantes líneas dividen el espacio, colocadas en secuencias e intervalos que permiten el paso del aire, el agua y la luz, fltrando las vistas, La luz, reflejada y rebotada entre la lamas, construira un plano continuo de luz, mite entre lo natural y lo artificial, entre la realidad y la ilusión.


Bajo el  zenit artificial construimos un nuevo espacio con los elementos menos tanjibles de la materia: la luz y el aire. Espacio estratificado por planos abstractos, de materiales vibrantes, sensibles a la luz, formando capas de intensidad variable, estriaciones de sombras y excitantes líneas de luz. Filtros, transparencias, opacidades y reflejos. Luz penumbra y contraluz. Imagen real e imagen reflejada, positivo y negativo, realidad e ilusión... 


Construimos un nuevo suelo, separado conceptualmente del existente, plano continuo igualando materiales que se prolonga envolviendo las fachadas y medianeras que quedan dentro de nuestro zénit artificial, respetando con huecos profundos las servidumbres de los huecos existentes.


Dos primas puros colocados exentos en los callejones abobedados que conectan el vacío urbano con lal calles y callejones colindantes, nos anuncian que un nuevo espacio. descontextualizado, se ha depositado en el vacío.


el programa


El programa funcional se articularía por medio de los patios, cajas de luz y vejetación que y luminan y ventilan el interior del espacio. En torno a estas cajas de luz se repartirían las diferentes zonas del edificio y servirían de transicion, de hilo conductor, no solo del edificio sino de la actuación a lo largo de todo el eje de actuación.





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