10.04.2010

intervenciones en la ciudad consolidada. ejemplos.

mixtura
estrategia de intervención urbana ajerquía norte Córdoba.
Pedro Peña Jurado. Sevilla pfc matrícula de honor.

Nos situamos en Córdoba. En el área Norte de sus casco Histórico, conocido como AJERQUÍA NORTE.
Se conoce esta zona de Córdoba con el nombre que le otorgaron los musulmanes al ensanche que la ciudad califal sufrió hacia el este en el siglo X. Se le denominaba  Al Chanib al-Sharqiyya, es decir ciudad oriental. Esta zona de la ciudad en un principio no estaba amurallada ni apenas urbanizada, desarrollándose tanto en su sector norte como en el sur, de un modo espontáneo y en torno a iniciales asentamientos de tipo industrial o residencial; por tanto sus límites quedaban abiertos y no será hasta el siglo XII cuando con la construcción de la muralla se defina su espacio, identificándolo por tanto con el nombre de Ajerquía.









¿Cómo intervenir en el casco histórico degradado?


Esta es la cuestión fundamental que motiva la principal investigación planteada por este proyecto.
Como arquitecto, mi preocupación en los temas de ciudad es muy amplia, pero en el caso de las actuaciones en los cascos durante todos estos años se ha ido acrecentado. Los centros históricos sufren degradaciones en los usos y en sus arquitecturas, propiciando una migración masiva y un envejecimiento galopante de su población.
Además como fenómeno creciente del siglo XXI, los centros históricos sufren un proceso paralelo, que en el mejor de los casos, de recuperación, pero con una iniciativa lucrativa atroz y arrolladora, la conversión de dichos centros en “museos urbanos”, precipitándose con ello al olvido como ciudad viva y vivida por los ciudadanos.
Sin embargo desde una cierta política “no-intervencionista” se pretenden iniciativas de recuperación de los centros para ser vividos como una parte más de la ciudad, luchando contra la museificación de nuestros cascos históricos.
Como consecuencia, hoy la mayoría de los programas de intervención en los cascos históricos degradados llevan a cabo dos estrategias principales, las cuales son, rehabilitar las infraviviendas y la mejora de ciertos recorridos urbanos.
Solamente en los casos de conjuntos históricos muy relevantes se plantean intervenciones con un calado urbano más profundo y desde un único proyecto o plan director. Es fundamental entender por tanto que la intervención en el casco no es sólo una cuestión formal o de recuperación, sino una fuerte decisión programática, en cuanto a los usos y estrategias entre los mismos.
Entendiendo que el casco como tejido histórico no es un tejido inerte y estático sino que recoge testigos en diferentes capas de diferentes momentos. Además de entender la escala del ámbito de forma que lo peatonal y cotidiano es fundamental.
Por lo tanto este ejercicio plantea la posibilidad de intervenir en estas áreas degradadas, normalmente pequeños barrios históricos, desde un único proyecto capaz de propiciar la regeneración del barrio y su tejido, partiendo como base desde una RE-PROGRAMACIÓN” de usos. Para ello es necesario darle la vuelta a las premisas usuales e intentar promover unas nuevas estrategias que permitan como una realidad clara la revitalización y nueva funcionalidad del área. Esto significa abogar por la intervención desde y en lo “PÚBLICO”, con equipamientos, dotaciones y espacios libres.
Actuar en estas claves no es nada nuevo, porque ya se daba esta fórmula en la propia génesis del barrio. Vemos como históricamente se generan a raíz de un primer equipamiento o uso industrial aislado vinculado a un pequeño espacio libre, como ejemplo más tangible son las iglesias y sus plazas. Como consecuencia del uso continuado de estas dotaciones, la ciudad se va conformando alrededor y genera el barrio, con sus calles especializadas, gremios, y otros factores más
complejos. No es objeto de esta investigación estudiar estos hechos sino usar su potencia logística para ligarlos a una intervención contemporánea.
La intervención pues, plantea usar ese sistema para regenerar el tejido urbano. No se intervendrá en el caserío sino que se volcarán los esfuerzos en la intervención pública. Con lo cual las inserciones de nuevos equipamientos y espacios libres de calidad, propicien un movimiento de revitalización privada con inercia propia.
Esto, que se entiende bien para los nuevos crecimientos, al aplicarse al casco es diferente, teniendo en cuenta la sensibilidad de las escalas, los espacios, los recorridos y la fenomenología intrínseca a la zona. Lo cual implica un compromiso en la intervención, pero a la vez una apuesta.
El compromiso parte por el respeto al tejido y sus formalizaciones, los vínculos con las preexistencias y la relación con lo construido, lo vacío, las escalas, los usos, lo privado, lo público y por supuesto lo histórico.
Pero implica también una apuesta por la intervención contemporánea como una capa más añadida al tejido del casco, y una capa que al ser de carácter público y nueva debe de ser reconocible, identificada y potente para verdaderamente regenerar e irradiar esa regeneración.
Nos alejamos por tanto de las intervenciones pastiche y miméticas, entendiendo que estas tareas corresponden al tejido del caserío.

 “La principal pretensión es generar un contexto dentro de otro contexto, capaz de entenderse e interactuar entre ambos.”

Intervenir según estas premisas es lo que explica este proyecto, con unas ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN URBANA.

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